viernes, 19 de febrero de 2010

Una fecha adolescente



La adolescencia va acompañada de la emoción de los días festivos del calendario, una adolescencia que puede ser tardía, temporal, circunstancial o constante. Creo que con el paso del tiempo, como todo, se transforma.

Ya no compramos paletas para los compañeros de clase, ni dejamos papelitos de amigo secreto en el trabajo; no nos ponemos celosas con alguna amiga por decirle “mejor amiga” a otra, ni nos despertamos con el nervio de esperar el momento justo o el pretexto perfecto para que te salude alguien especial.

Creo que el tiempo te da otra perspectiva; la emoción del amor o la amistad no cambia, pero las maneras de expresarla, probablemente sí.

A mis 30 años, las fechas las vivo de manera distinta, el día que llegan no estoy preparada como lo estaba en aquellos ayeres, y, ni los recaditos, ni las flores, ni paletas están listas. Ni yo…

Hoy disfruto de una buena compañía, de un día “normal”, en el que ves a la gente que quieres, le das un abrazo y, que como tú, se sorprende con un “Felicidades”, por no dejar.

De vez en cuando, así recibo también los cumpleaños, a los que llego semanas o meses más tarde con un regalito post fechado.

En mi casa, sin que nadie me enseñara, no sé cómo me convertí en la hija cursi de la familia, la que hace llorar a su abuelita con cada nota, desde pequeña.

La que con sus domingos compraba tres “bilés” rojos, horribles, de 2 pesos, para las tres mujeres; dos lapiceros, o lo más “masculino” que encontraba en el mercadito, para los hombres de mi vida. Y me despertaba temprano para dejarlos en lugares distintos, acompañados, claro, de alguna dedicatoria rosa, esperando ver las caras de felicidad. ¿Llegaban?, sí llegaban, y eso, ahora lo entiendo, era un gran regalo hecho a mí misma.

El año pasado, festejé el 14 de febrero haciendo mi mudanza, con mi mamá en la puerta de mi casa ayudándome a que nada se me olvidara, ambas contentas por ese logro compartido. Por la tarde, ya estaban mis amigos en pants, pintando a brocha gorda las paredes, tirando la primera chela en la alfombra nueva e invadiendo de creatividad y color las paredes que, días después, tuvo que arreglar un pintor con tres manos más de pintura. Una gran muestra de amor y amistad.

En esta ocasión, comí con mi familia en casa de mi madre, coincidió la fecha, no fue planeado especialmente. Ya jubilada, tras 30 años de trabajo, ella nos dejo a todos una paleta en cada lugar de la mesa, con recadito incluido en las etiquetas, ¿lo heredé y me estoy enterando?

¿Se va perdiendo la ilusión con las responsabilidades?, ¿pierde el valor y, en ocasiones, se vuelve una responsabilidad más?...
¿Será que como los niños, que dejan con el tiempo de hacer caras al comer papillas, dejamos de mostrar o de esperar? La respuesta, creo, es que somos pubertos toda la vida en secreto y que difícilmente podemos vivir sin clichés, por más que nos esforcemos en hacerlo… o en escribirlo…

6 comentarios:

  1. Yo creo que siempre queda en nosotros una chispita de emoción con las fechas que algún día fueron importantes para nosotros, como los cumpleaños, aunque no los esperemos con la misma emoción que cuando éramos niños.

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  2. Cero y van tres jajajaja (no es por lo que escribiste OjoEspi@) lo que sucede es que ya escribí dos veces, juré que lo había subido y ¡se desaparecen mis comentarios! creo que hoy la tecnología está en mi contra o San Valentín se las está cobrando. Lo intento nuevamente: decía que me hiciste pensar, pensar en por qué nunca he sido de celebrar el día, y a la conclusión que llego es que para mi la amistad es una celebración diaria. Esa celebración de los amigos pintando paredes o tomando la chela en la alfombra nueva; o velando tu sueño (realmente una de mis queridas amigas lo hizo) cuando estás mal o alegrándonos por la felicidad de una o entristeciéndonos por la felicidad de otra. Es el respeto que muestran a tu ser día a día, por diferentes que sean las personalidades.

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  3. DANII ME GUSTO MUCHO TU POST, YO SOY COMO TU!!! OBVIO SABES QUE TENEMOS MIL COSAS EN LO QUE NOS PARECEMOS PERO LA VERDAD ESQUE SI!!! SIEMPRE NOS QUEDA LA EMOCION POR ALGUN DIA ESPECIAL QUE FUE EN NUESTRAS VIDAS!!! LOVE YA

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  4. Ciertamente, cuando niños, los días festivos son lo más esperado en el año.

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  5. "Recordar es volver a vivir"

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